El lunes estoy a Bogotá y visito el Montserrat, una montaña con un panorama increíble de la ciudad. El martes me levanto en medio de la noche y me voy al aeropuerto para volar a Punta Cana en la República Dominicana. Antes de mí vuelo visito la oficina de migración porque todavía falta el sello de mi pasaporte. Lamentablemente, no recibo el sello, sino un nuevo proceso administrativo. Después de todo, puedo dejar el país.
En Punta Cana me encuentro con mi novia Kimberly. El miércoles pasamos el día a la playa donde nos relajamos. El día después tomamos el Bus a Sabana de la Mar. Una vez allí cenamos y también podemos reservar un recorrido por el cercano parque nacional. El viernes vamos al parque nacional Los Haitises. Durante el viaje en barco podremos ver diferentes manglares e innumerables aves. En la tarde Montezuma, otro guía de turismo, nos invitamos para una cena típica. El sábado desayunamos con Montezuma en la casa más antigua de la ciudad, que actualmente está convirtiendo en un albergue. Después tomamos el ferry a la península de Samaná y el bus para llegar a Las Galeras. El domingo pasamos allá a la playa con cocos frescos.








Am Montag bin ich in Bogotá und besuche den Montserrat, einen Berg mit einer unglaublichen Aussicht auf die Stadt. Am Dienstag stehe ich mitten in der Nacht auf und fahre zum Flughafen, um nach Punta Cana in der Dominikanischen Republik zu fliegen. Vor meinem Flug besuche ich das Migrationsbüro, weil mein Einreisestempel im Pass immer noch fehlt. Leider erhalte ich nicht den Stempel, sondern ein neues Visa-Verfahren. Immerhin kann ich das Land verlassen.
In Punta Cana treffe ich mich mit meiner Freundin Kimberly. Am Mittwoch verbringen wir den Tag am Strand, wo wir uns entspannen. Am Tag danach fahren wir mit dem Bus nach Sabana de la Mar. Dort angekommen essen wir zu Abend und können eine Tour durch den nahe gelegenen Nationalpark buchen. Am Freitag fahren wir in den Nationalpark Los Haitises. Während der Bootsfahrt können wir verschiedene Mangroven und unzählige Vögel beobachten. Später lädt uns Montezuma, ein weiterer Reiseleiter, zu einem typischen Abendessen ein. Am Samstag frühstücken wir mit Montezuma im ältesten Haus der Stadt, das er zurzeit in ein Hostel umbaut. Dann nehmen wir die Fähre zur Halbinsel Samaná und den Bus, um nach Las Galeras zu gelangen. Den Sonntag verbringen wir dort am Strand mit frischen Kokosnüssen.