Todavía estoy en Minca y salgo temprano para una caminata a “Los piños”. La caminata dura 4 horas y tiene una longitud de 10 kilómetros y 800 metros de altura. Esta larga caminata está recompensada con una gran vista sobre el parque nacional, Santa Marta y el mar. Hay que salir lo más temprano posible, porque las nubes suelen salir por la tarde – por supuesto que llego tarde, pero todavía puedo ver el mar, incluso si las primeras nubes ya están subiendo. El camino me lleva más lejos a la “Casa Elemento” donde hay una gran hamaca con una maravillosa vista a la selva. En el camino de regreso, dejé que un hombre me llevara a Minca en su motocicleta todoterreno. Porque voy tarde y tengo una cita en la estación de buses de Santa Marta. El viaje es muy rápido y muy divertido – el aspecto de la seguridad debe ser ignorado aquí. En Minca, almuerzo y me voy a Santa Marta de regreso a Barranquilla.
De martes a jueves, estoy ocupado en la universidad otra vez y el jueves por la noche vamos de fiesta en nuestro apartamento. A la mañana siguiente – después de tres horas de sueño – me arrepiento de lo de ayer por la tarde y tomo el bus al centro. Me encuentro con mi guía para comprar un nuevo celular (8 GB de memoria son muy pocos) y una hamaca y visitar la ciudad. El sabado paso la mayor parte del tiempo en casa, corriendo por las tardes y ordenamos la cena por la noche. Al final de la semana visitamos el zoológico y jugamos a los bolos con otros estudiantes.











Ich bin noch in Minca und breche relativ früh zu einer Wanderung zu den „Los piños“ (Kiefernbäume) auf. Die Wanderung dauert 4 Stunden, ist 10 Kilometer lang und überwindet 800 Höhenmeter. Die lange Wanderung wird anschließed mit einem herrlichen Blick auf den Nationalpark, Santa Marta und das Meer belohnt. Man sollte so früh wie möglich aufbrechen, denn am Nachmittag ziehen meist Wolken auf – natürlich bin ich spät dran, aber ich kann noch bis zum Meer sehen, auch wenn die ersten Wolken bereits aufziehen. Der Weg führt mich weiter zur „Casa Elemento“, wo es eine große Hängematte mit herrlichem Blick auf den Dschungel gibt. Auf dem Rückweg lasse ich mich mit einem Geländemotorrad nach Minca bringen, weil ich spät dran bin und eine Verabredung am Busbahnhof in Santa Marta habe. Die Fahrt ist sehr rasant und macht sehr viel Spaß – der Sicherheitsaspekt sollte hier ignoriert werden. In Minca esse ich zu Mittag und fahre dann nach Santa Marta und zurück nach Barranquilla.
Von Dienstag bis Donnerstag bin ich wieder an der Universität beschäftigt und am Donnerstagabend feiern wir in unserer Wohnung. Am nächsten Morgen – nach drei Stunden Schlaf – bereue ich den gestrigen Abend und nehme den Bus ins Zentrum. Ich treffe mein „global peer“, um ein neues Handy (8 GB Speicher sind zu wenig) und eine Hängematte zu kaufen und die Stadt zu besichtigen. Am Samstag verbringe ich die meiste Zeit zu Hause, gehe später Joggen und bestelle abends Essen. Am Ende der Woche besuchen wir den Zoo und gehen mit anderen Studenten Bowlen.
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